La Casa Barragán, patrimonio de la UNESCO.

Siguiendo con nuestra línea  de colaboraciones profesionales, esta vez es el portal inmobiliario PROPIEDADES.COM de México quien nos invita a conocer la casa LUIS BARRAGÁN  que se trata del único inmueble individual en América Latina que ha logrado la distinción de ser incluida en 2004  en el Patrimonio Mundial de la UNESCO,  debido a que, en sus propios términos :

«…. es una obra maestra dentro del desarrollo del movimiento moderno, que integra en una nueva síntesis elementos tradicionales y vernáculos, así como diversas corrientes filosóficas y artísticas de todos los tiempos.»

La casa Barragán, obra representativa de la arquitectura contemporánea

La fachada de esta casa, ubicada en un barrio popular de la Ciudad de México, en la colonia Daniel Garza, muy cerca de la antigua Tacubaya,  tiene muy poco que ver con su interior. El inmueble fué construido por el arquitecto Luis Barragán en 1947, mientras se desarrollaba su proyecto de los Jardines del Pedregal, cuya oferta inmobiliaria era la más exclusiva de la ciudad en esa época. Está catalogado como Patrimonio Mundial por la UNESCO y es visitado por miles de arquitectos y público en general de todas partes del mundo.

Veamos por qué su diseño ha causado tanta sensación.

Al ingresar a la portería, que es una pequeña sala de espera que asemeja a la esclusa de descompresión de un barco o un submarino, el visitante queda afectado sensorialmente, por la luz que emana a través de los vidrios amarillos, y genera cierta expectativa de lo que sigue, por ser un espacio aislado y extraño. Al mismo tiempo que es modernista, también alude a las viejas casas y conventos mexicanos que fascinaron a Barragán.

Al pasar la segunda puerta se entra al vestíbulo y se revela con luz natural el color del piso, hecho de pavimento de exteriores, por lo que se produce una sensación de estar en un patio, es decir, la sensación de exterior-interior. El vestíbulo continúa ofreciendo una experiencia cromática que pasa del amarillo de la portería al color rosa, que a su vez contrasta con el concreto obscuro.

La decoración de la estancia, a cargo de la diseñadora cubana Clara Porset, recurre a los formas de los objetos artesanales y tribales, y se combinan eclécticamente con formas geométricas modernistas, quedando ahora de lado los efectos cromáticos.

La estancia tiene elementos menos industriales y más cálidos, como madera, piel y fibras vegetales, y está separada de la biblioteca por un biombo. La gran ventana que parece inexistente conecta con el enorme jardín que, a su vez, representa la naturaleza, parte integral de arquitectura de Barragán, a quien fascinaban los jardines. Así como el vestíbulo y su piso de concreto exterior, esta parte muestra el interés del arquitecto por una relación directa interior-exterior, ya que la gran ventana parece dejar entrar la frondosa naturaleza del jardín.

Estancia

Estancia comedor

La biblioteca y su estante de madera, que hace juego con la mesa, está separada por otro biombo. Es un espacio cómodo e íntimo, con sillas poltronas y mucha luz natural.

Biblioteca

Finalmente, el taller, separado por otra esclusa del resto de la casa, es de decoración simple, libre de distracciones, en el que sólo se encuentra una chinemea y una mesas con sillas junto a un sillón. Tiene una gran ventana que da a planos blancos en lugar de a las casas vecinas, para evitar el “ruido”, así como tragaluces en el techo amarillo de madera, desde los que se puede mirar el cielo.

Vista del taller

Terraza

Fotos: www.casaluisbarragan.org

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