Te despiertas por la mañana, enciendes la luz, te levantas y desayunas un zumo recién exprimido y un café recién hecho mientras ves la tele, vas al baño, te cepillas los dientes… Diariamente usamos objetos sin prestarles apenas atención, ignorando su diseño. ¿Por qué no disfrutar de una obra de arte todos los días?
Aquí es cuando entra en escena Philippe Starck.
A lo largo de su trayectoria, este diseñador francés ha dado vida a multitud de sugerentes diseños de estética singular. El estilo de Philippe es minimalista, de últimas tendencias, pero tiene un toque bizarro -con diseños que, tal vez por exceso de imaginación, rozan el surrealismo- que le confiere una línea muy personal y, sin duda, distintiva. No hay idea, por insensata que parezca, que el coloso del diseño contemporáneo francés desprecie por inservible.
Starck es un hombre dedicado al diseño en todas sus expresiones, a pesar de que a él no le gusta hablar de «design». Es la manifestación de la originalidad y ha conseguido dar un toque artístico a todo lo pensable, desde un restaurante a un exprimidor de zumo, pasando por un edificio lujosísimo o un yate.
“Cuando diseño no considero el aspecto técnico y comercial, sino los sueños y los deseos de la gente para quien está enfocado el proyecto”. Philippe Starck
Bruno Lanuza
Interiorista
@BrunoLInterior