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Trucos para poner y elegir una funda nórdica

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Con tantas opciones disponibles en el mercado, comprar la funda nórdica perfecta puede resultar abrumador. Para ponértelo más fácil, hemos elaborado una pequeña guía con unos cuantos trucos que te serán de gran utilidad a la hora de elegir la funda nórdica que mejor se ajuste a las necesidades de tu dormitorio, ese lugar diseñado para el descanso.

Combina colores y patrones

La elección del color y los patrones de la funda nórdica es esencial para crear una atmósfera que transmita emociones. Los colores suaves y tonos pastel, como el azul claro, verde menta o rosa palo, pueden añadir una sensación de calma y tranquilidad. Por otro lado, los estampados geométricos, florales o étnicos pueden aportar un toque moderno y lleno de vitalidad. No temas combinar diferentes patrones, siempre que estén en armonía y se complementen entre sí.

Añade texturas para el tacto

Añade interés visual y táctil a tu dormitorio eligiendo una funda nórdica con texturas atractivas. Opta por materiales como el algodón egipcio, el lino o el terciopelo, que no solo aportarán una sensación de lujo, sino que también agregarán profundidad a la decoración. Combinar diferentes texturas en cojines y mantas también puede ser una forma de crear un ambiente acogedor y sofisticado.

Juega con los contrastes

Para lograr un efecto original, juega con los contrastes. Si las paredes y los muebles son de tonos neutros, atrévete con una funda nórdica de colores vivos o un patrón llamativo. Por el contrario, si la habitación cuenta con una decoración colorida y vibrante, una funda nórdica en tonos suaves o monocromáticos puede servir para equilibrar y darle un toque de elegancia.

Personaliza con detalles

Los detalles marcan la diferencia en la decoración. Agrega cojines decorativos, borlas, pompones o bordados a la funda nórdica para darle un toque personalizado. Puedes escoger elementos que reflejen tus pasiones, como motivos naturales, figuras geométricas o símbolos culturales. Esto le dará a tu dormitorio una identidad única y personal.

Cambia con las estaciones

Para mantener tu dormitorio siempre fresco y renovado, considera tener varias fundas nórdicas y cambiarlas con las estaciones del año. En primavera y verano, opta por tejidos más ligeros y colores refrescantes, mientras que, en otoño e invierno, elige tejidos más cálidos y tonos acogedores que inviten al descanso.

Cómo colocar la funda nórdica

Lo que es realmente un desafío es hacer el cambio de funda nórdica a la primera. Para lograrlo, muchos utilizan el “método del burrito”, una técnica muy sencilla y eficaz. Sigue los pasos:

  1. Coloca la funda nórdica del revés (es decir, las costuras por fuera) y extiéndela sobre la cama, como si se tratase de una sábana normal. Asegúrate de que el largo de esta coincide con el de la cama. La apertura de la funda debe quedar en el lado inferior de la cama.
  2. Extiende el relleno encima de la funda y coloca la etiqueta de este a los pies, de manera que coincida su largo con el de la cama y de que las esquinas del relleno se alineen con las de la funda.
  3. Enrolla la funda y el relleno juntos, desde el cabecero de la cama hasta los pies, como si fuese un burrito.
  4. Con una mano, agarra la parte superior de la funda nórdica con el relleno y con la otra, introduce la parte inferior de la funda por debajo del rollo, hasta cubrirlo y llegar a la parte superior.
  5. Desenrolla el burrito en sentido contrario y estira la funda nórdica al mismo tiempo, además de cerrar la cremallera.
  6. Sacude las esquinas y los lados del conjunto para dejarla sin arrugas.

¿Has tomado nota? Cuéntanos si lo has puesto en práctica y si te ha funcionado. Ah, complementa el look de tu cama comprando una funda para tu almohada a juego de la funda nórdica.

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