El fenómeno pop-up, que se podría traducir por “emerger” invade ya casi todas nuestras ciudades, pero
¿qué es un espacio pop up?
Se trata de instalaciones efímeras que aparecen y desaparecen en lugares tan insospechados como una carnicería, un almacén abandonado, un autobús, un espacio móvil en medio de la calle y cuyo fin fundamental es la promoción o branding de una marca, aunque muchas veces las ventas también son una parte importante de los objetivos buscados.
El sector comercial que más usa este tipo de espacios son las marcas de ropa, siendo la japonesa Comme des Garçons una de las pioneras en los pop-up stores, con sus Guerrilla Shops que abren y cierran en las capitales más importantes del mundo.
A esta moda y con el fin de sorprender al comprador se han sumado grandes marcas como Adidas, creando un espacio móvil que simula una caja de zapatillas, identidad de su marca.
Estos espacios temporales no sólo son el escaparate de una marca, estos espacios pretenden sorprender al consumidor no solo con su diseño sino también con performances, ofreciendo nuevas experiencias
Debido a que son temporales, los pop-ups pueden correr riesgos en sus montajes y no necesitan de demasiada inversión, perfecto para las épocas de crisis y para salir del stock.
A esta moda se han unido ya las marcas españolas, véase este pop-up veraniego de Oysho en Formentera.
O la tienda Madrid In Love que abre una vez al año…
Cuanto más originales y más llamen la atención, más éxito tendrán y más conseguirán el objetivo principal: atraer a un ávido consumidor en busca de nuevas experiencias.
Inés Cancio Pastor. Retail Designer