RUTA LIBRERA
con MientrasLeo
Con la llegada de la crisis hay que reinventarse, buscar nuevos caminos o lograr un distintivo que nos diferencie de los demás.
Parecería que en el caso de las librerías es muy complicado conseguirlo ya que el producto es tan homogéneo que lo mismo le da a un cliente entrar en una u otra. Sin embargo, muchos son los locales que han buscado hacerse un nombre que vaya unido a una estética, un diseño y una ubicación.
De este modo hoy son famosas librerías como Aqua alta en Venecia, por esa góndola que deja los libros flotando cuando el agua de los canales inunda el loca, o Lello e Imao en Oporto, que se inmortalizó en una famosa saga de películas sobre magos y hechizos.
Hay muchas otras, unas en lugares que se nos pueden antojar más comunes y otras en rincones que ocultan trabajos magníficos que casi parecen puertas a otros mundos.
EMPEZAMOS POR BÉLGICA..
Bélgica cuenta con dos ejemplos muy distintos en la misma ciudad, por un lado Ptyx, una librería con vocación independientes que ha optado por homenajear a sus autores de referencia, desde la fachada. Una fachada que contrasta por los enormes retratos en una suerte de diccionario literario que se extiende por los techos del interior de la tienda. Y como si no necesitara mas adornos que letras, deja el resto desnudo.
En el lado opuesto, Cook&Books.
Dos edificios con un total que supera los 500 metros cuadrados, salas divididas por temas que quedan reflejados en la cuidada decoración de cada una de ellas.
Una zona infantil que parece el sueño de un niño, libros que vuelan entre lámparas rojas para destacar el ambiente british de sus clásicos y caravanas estacionadas en mitad de una gran sala convertidas en zonas de lectura que otorgan un poco de privacidad.
Otras optaron por reconvertir espacios, reutilizarlos conservando la esencia de lo que fueron.
n cuyos edificios apenas han sufrido cambios en los últimos seis siglos encontramos Broerenker, otra iglesia dominica cuyo trabajo de rehabilitación y diseño fue llevado a cabo por B k Architecten hasta convertirla en el impresionante recinto que es hoy.
Interiores que nos dejan con la boca abierta, seguimos el viaje.
Rumanía cuenta con una de las librerías, recién inaugurada, más impresionantes de las construidas en las últimas décadas.
CARTURESTI CARUSEL en Rumanía
Se trata de Carturesti Carusel, que no ha tardado en ser conocida como la «librería de las luces». Un edificio confiscado, en cuyo interior, conservando la disposición de los antiguos salones de baile, se ha llevado a cabo un magnífico trabajo que deja un enorme espacio central visible desde cualquiera de sus plantas, en el que realizar actos culturales.
Lugares regios que combinan con el elegido por otros, todos igualmente válidos si consiguen lo que se proponen.
KEEP CALM AND CARRY ON
Alnwik esconde en sus tierras el secreto del cartel más conocido en las redes sociales: “Keep calm…” Allí, en una vieja estación convertida en librería, entre estantes y carteles que, lejos de indicar las salidas y llegadas, dan muestra de géneros y autores, nació el cartel Keep Calm and Carry On.
Y así lo atestiguan no sólo sus dueños, sino algunos originales que permanecen colgados junto a fragmentos de poemas y firmas de autores. Para no perder el sabor a estación, unos trenes recorren el lugar sobre las cabezas de los visitantes, y chimeneas que datan de épocas antiguas mantienen los espacios divididos y adornados por murales.
ESPAÑA
En España, en Madrid, tenemos un magnífico juego de espejos en la «Librería para bibliófilos», que ha convertido sus estantes en una suerte de papel pintado del que poder extraer tesoros.
Una estampa realmente impresionante que se completa con juegos de espejos con mesas pulidas que doblan el espacio hasta casi convertirlo en una biblioteca infinita.
Y como no solo de libros vive el hombre, hay librerías que si hicieron cafés, incluso restaurantes.
Y también ahí entra en juego la imaginación, no tenemos más que echar un ojo a Slaughterhouse, en Valencia, una antigua carnicería que ha jugado a lo que un día fué para convertirse en un espacio único de comida y letras.
NUEVA YORK, Manhattan.
O, en Manhattan, el bar D’Espresso, un lugar que no vende libros, pero que decidió un buen día girar una biblioteca hasta tumbarla de lado consiguiendo con ello un efecto realmente impresionante.
Como comenzaba diciendo, las librerías, como cualquier otro negocio, necesitan reinventarse si quieren sobrevivir, y hay un turismo creciente formado por personas que visitan lugares singulares escondidos en las ciudades.
Lugares que convierten su aspecto en su seña de identidad y que logran de esse modo hacerse un hueco en un mundo cada vez más competitivo.