Los paneles solares y los edificios históricos en España
Las instalaciones fotovoltaicas representan la mejor expresión de la aportación que los ciudadanos y las empresas pueden realizar en pro de la sostenibilidad del planeta.
El aumento de los paneles solares en España es una realidad desde hace unos años, si bien existen todavía limitaciones que frenan esta tendencia.
El patrimonio histórico de las ciudades es una de ellas, pues muchos Ayuntamientos han puesto freno a la colocación de esta tecnología en determinados edificios, bajo el alegato del impacto visual que generan en puntos de alto valor arquitectónico.
Esta restricción afecta directamente a cientos de miles de personas que residen en los centros históricos de los municipios, que representan la mayoría de las áreas donde se han prohibido la colocación de placas para obtener energía solar.
El motivo de esta medida, de competencia municipal, no es otro que evitar la alteración del conjunto histórico, ya que la colocación de una tecnología de estas características genera un importante impacto a la vista que podría cambiar radicalmente la percepción de la arquitectura.
El problema radica en la limitación que esto supone para las personas residentes en estas áreas, quienes deberían tener los mismos derechos que sus vecinos a obtener una energía limpia y renovable.
Pixabay schropferoval
Hay casos muy destacados, como el de Toledo, una ciudad Patrimonio de la Humanidad que ha prohibido las instalaciones fotovoltaicas en su casco histórico.
Allí viven unas diez mil personas que no pueden beneficiarse de los avances en esta materia, a diferencia de las otras 75.000 que sí que tienen la posibilidad de instalar paneles solares en sus viviendas.
La medida se enmarca en un plan especial para la protección de los edificios, cuyo material de cubierta debe ser homogéneo y de teja árabe.
Además de Toledo, existen otros municipios españoles que han implementado restricciones similares, como es el caso de El Escorial, según comenta la empresa de instalaciones fotovoltaicas Otovo.
Alternativas
La alternativa que plantean algunos Ayuntamientos es la instalación de granjas solares que estuvieran situadas de forma aledaña al casco histórico, de manera que la energía obtenida en ellas pudiera llegar a los vecinos que están afectados.
Otra opción es el recurso a polideportivos y otros espacios públicos para la colocación de paneles solares, con el objetivo de crear comunidades energéticas y poder así responder a la demanda de aquellas viviendas que, por motivos de patrimonio histórico, no tienen dicha posibilidad.
Ejemplos positivos
Encontrar la solución para la colocación de placas en también pasa por atender a las medidas tomadas en otros países.
El mejor ejemplo está en Ámsterdam, que cuenta con una superficie declarada Patrimonio de la Humanidad mucho más amplia que las ciudades españolas.
Su modelo pasa por la aprobación de estas instalaciones siempre y cuando incluya unos requisitos estéticos y de visibilidad.
Además, edificios históricos y protegidos como la Casa Blanca o el Palacio Real de Estocolmo han seguido una línea similar e incorporan en sus tejados instalaciones fotovoltaicas.
La búsqueda de una solución compartida debe ser el objetivo común que incluye a instituciones y ciudadanos, en el que tenga cabida la protección del patrimonio, el derecho al autoconsumo y los caminos hacia la sostenibilidad.
