Remata la decoración de tu hogar como siempre has querido y sin depender de nadie.
Sabes que la decoración en el hogar es algo que afecta a todas y cada una de las partes de tu casa, y también sabes que no hay nada que dé un estilo más único que aquello que se ha personalizado. Ahora bien, ¿sabías que también puedes hacer las propias puertas de tu casa?
Así es. De hecho, es una tendencia que cada vez está ganando más relevancia. El DIY se está apoderando de muchas corrientes y se está adentrando en muchos campos diferentes, y ahora también ha llegado a las puertas, sobre todo a las más naturales. Cualquiera puede tener ya una puerta de madera natural en casa, y lo que es mejor, hecha por él.
Huelga decir, sin embargo, que no es una tarea sencilla. Se requiere cierta preparación y el trabajo con determinadas herramientas que no todo el mundo tiene. Aun así, todo el mundo puede comprarlas y ponerse manos a la obra para hacer que su hogar tenga un toque todavía más personal a través de todas y cada una de las puertas de este.
Vamos a ayudarte un poco con eso, explicándote algunas pautas importantes para que puedas hacer tus puertas de madera natural por cuenta propia. Nadie podrá imitar lo que hay en tu vivienda, porque será completamente único.
¿Cómo hago puertas de madera natural para mi casa?
Para empezar, necesitas la madera. Para eso, lo tienes tan fácil como buscar árboles disponibles para su tala. En caso de disponer de algún terreno propio o de conocer a alguien que pueda cederlos, lo tendrás muy fácil. De no ser así, es importante que consultes a alguien que te los pueda ceder.
Por supuesto, para el corte hacen falta herramientas, y aquí entra en juego sobre todo el contar con una buena motosierra. No te preocupes si no tienes, porque en esta web analizan las 5 mejores del mercado, y puedes encontrar una perfecta para ti, tanto por tamaño, como por potencia y precio.
Una vez hayas cortado los árboles necesarios, lo siguiente es preparar la madera. Tienes que eliminar toda la corteza y lijar las piezas al completo. Cuando ya lo tengas, lo siguiente es preparar la estructura de la propia puerta para poder ponerte manos a la obra con ella.
Cómo hacer la estructura de tu puerta natural
La estructura es sencilla: necesitas tener dos listones alargados, de la longitud de la altura de tu puerta. Después, también es necesario tener otros tres con la misma medida del ancho que quieres cubrir. Es importante que estos tres encajen horizontalmente entre los dos largos y dispuestos en vertical, siendo uno del trío colocado en el centro para distribuir la carga total.
Establecida esa distribución, las partes deben pegarse y atornillarse para que el conjunto quede bien sujeto. Es muy importante afianzar bien y asegurar esta parte, ya que un fallo puede provocar que la puerta se venga abajo con el uso.
Hecho eso, ya tienes montado el esqueleto de tu puerta. Lo siguiente es “vestirla”, y para eso vas a necesitar dos láminas de madera para cada cara. Las medidas son fáciles, tienen que medir exactamente igual que la puerta final tanto de ancho como de alto, ya que van a ser lo que cubra toda la estructura principal y lo que quede a la vista.
Una vez las tengas, solo tienes que pegarlas con cola muy bien a ambos lados de la estructura básica y ya tendrás el conjunto principal montado. No es nada difícil, aunque insistimos en la importancia de usar una buena cola adhesiva, que garantice buenos resultados aún con el paso del tiempo. Aun así, es aconsejable rematar con puntillas clavadas para afianzar el conjunto.
Con eso ya habrás casi terminado de montar tu puerta casera y de madera natural. El resto es colocar las bisagras y el sistema de apertura y/o cierre. Esto último suele ser un kit completo que puedes comprar en ferreterías u otras tiendas especializadas, y su montaje no necesita más que hacer una oquedad en uno de los laterales. Así, ya estará terminada y lista para usar.
Es cierto que, la primera vez, es posible que el proceso se complique un poco, sobre todo si nunca antes has manipulado madera. No obstante, con el paso del tiempo tendrás mucha más soltura y podrás hacerlas con otros acabados distintos.
En el fondo, no es algo complicado, sobre todo cuando se tiene clara la estructura y los pasos principales a seguir. Puedes hacer que tu casa luzca mejor que nunca y, sobre todo realmente única, gracias al uso de madera natural, un buen conjunto de herramientas y, por supuesto, tu destreza con las manos y tu amor por la estética.
La madera, con su cálida elegancia, se enriquece bajo capas de barniz. Este no solo realza su belleza natural, sino que la protege, asegurando que cada pieza, desde muebles hasta obras de arte, perdure en el tiempo.