Cómo integrar un radiador en la decoración
Hoy en día los radiadores han dejado de ser un problema a la hora de decorar nuestras viviendas, locales u oficinas, ya que sus diseños, al contrario que tener que ocultarlos, nos permiten integrarlos y hasta muchas veces «exhibirlos«, por su gran belleza y capacidad de mimetización .
Pero, en ocasiones el radiador rompe totalmente la armonía que tanto cuidamos a la hora de decorar nuestra casa. Existen varias opciones para disimular u ocultar un radiador, haciendo así que pase a formar parte de nuestra decoración.
Si optamos porque el radiador esté visible, la forma más sencilla de integrarle en la decoración es pintarlo.
Podemos pintarlo del mismo color de la pared, de forma que se unifique visualmente o, también, podemos convertirlo en un punto referente de la decoración pintándolo de un color completamente diferente, lo que además es una forma fácil y divertida de alegrar una habitación infantil.
Si, por el contrario, preferimos que el radiador no se vea, podemos ocultarlo colocando una estantería o mesa sencilla del mismo color que el radiador, que puede variar dependiendo de la estancia de la casa en la que se encuentre el radiador y colocando objetos encima ayudaremos a desviar la atención sobre él.
La opción quizá más permanente para ocultar un radiador es utilizar un mueble a medida que tenga apariencia de armario, quedará totalmente oculto y existen propuestas que se adaptan a todos los estilos. Estos muebles son completamente seguros, ya que suelen incorporar rejillas o listones para que pueda fluir el aire.